La mejora continua a través de los procesos y las personas

Cuando nos planteamos la necesidad de mejorar para poder competir, y a veces para sobrevivir, en muchas ocasiones acostumbramos a quedar atraídos sólo por soluciones complejas, a veces demasiado costosas y otras difíciles de amortizar. Un ejemplo de ello puede ser la instalación de robots u otros activos similares. No nos damos cuenta que con soluciones sencillas, aplicando método e implicando a nuestros trabajadores, conseguimos doble efecto: motivar al equipo con resultados a bajo coste y sostenibilidad en el tiempo.

Si necesitamos mejorar la productividad, con los medios de los que disponemos y una baja inversión, una buena opción es desarrollar un proyecto Lean. Es verdad que requiere la aplicación de método y personal experimentado en el desarrollo del proyecto, pero invirtiendo en formación o en un departamento de mejora, siempre tendremos un retorno de la inversión asegurado.

Otro ejemplo de mejora de la eficiencia en la seguridad, la calidad e incluso en la imagen como empresa es la implantación de un método contrastado como las 5S. Mantener el lugar de trabajo organizado, ordenado y limpio, puede ser considerado como algo trivial o demasiado simple por muchas personas, pero es tremendamente eficaz y valioso para nuestros servicios.

Un último ejemplo, si nos replanteamos mejoras que afecten a los procesos, es que apliquemos una reingeniería de procesos o una gestión por procesos. Nada más sano que cuestionarlos y plasmándolos en un mapa e identificando los cambios que nos ayuden a “acortar” el camino. El cuadro de mandos, eligiendo indicadores que midan los procesos, será el punto de partida para la mejora continua y hará sostenible el cambio.

Un mapa de proyecto de mejora, suele ir desglosado en 4 grandes fases. Los pasos son simples, aunque no sencillos de implantar. La clave, la implicación, la formación, el seguimiento y la perseverancia:

  • Fase 1 – Diagnóstico de la situación: identificando y cuantificando los tiempos muertos e improductividades, con observaciones de cada actividad.
  • Fase 2 – Propuesta de mejora: propongamos líneas de mejora a los puntos débiles detectados. Impliquemos a un equipo multidisciplinar para esta fase, formándoles para ello.
  • Fase 3 – Desarrollo propuestas: desarrollemos las mejoras que más beneficios nos aporten y la estrategia para una implantación realista.
  • Fase 4 – Plan de acción: para finalizar, lo más complicado, implantemos las mejoras mediante un plan de acción, siempre con el equipo de trabajo que nos ayude a llevarlas a cabo y haciendo un seguimiento de los hitos de proyecto planteados

Si observamos el proceso, el denominador común de todas estas propuestas son el equipo, las personas, con las que no necesitamos grandes inversiones.

Todo este camino hacia la mejora a través de las personas y los procesos es el punto de partida hacia la excelencia, y debe iniciarse a través de un liderazgo que desarrolle la estrategia. No solo orientada hacia la mejora, sino también hacia el cliente. El medio principal para conseguirlo tienen que ser las personas, porque así llegaremos a los ansiados resultados: procesos eficientes y controlados, y motivación del equipo con inquietudes renovadas para mejorar.

Es por eso que en Grupo CTC, empresa de externalización industrial, logístico y comercial, ofrecemos a nuestros clientes propuestas de optimización de procesos, y programas de formación y coaching del equipo humano para mejorar de forma continua la gestión de sus negocios.

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Artículo de Ludivino Álvarez
Director de la División Logística y SSAA
Grupo CTC